Después de mantener distintos contactos con el centro cívico y espacio de eventos Zigia 28 con el objetivo de trabajar juntos en determinadas iniciativas culturales y solidarias con el fin de reforzar el tejido asociativo y participativo del barrio de La Concepción y servir de apoyo a sus ciudadanos, negocios y servicios, nuestros estudios han decidido apoyar a la asociación Los Chicos de José y Leo, con la que ya colabora Zigia 28 y que vela por el bienestar de menores pertenecientes a familias que no pueden ocuparse por completo de sus necesidades brindándoles atención a través de actividades formativas, psicosociales y de ocio que favorezcan el correcto desarrollo de sus capacidades.
Unos pocos metros separan a nuestro Estudio 2 de un histórico inmueble de tres plantas que en el año 2022 abrió sus puertas como centro cívico y espacio de eventos de iniciativa privado bautizado Zigia 28. Se trata de un proyecto polivalente de Javier Martínez, ingeniero naval y su propietario, ubicado en el que fuera su hogar, el mismo edificio en el que creció junto a su familia y que ahora acoge todo tipo de actividades y eventos sin ánimo de lucro: conferencias, talleres, conciertos… ¿Su objetivo? Que el centro cultural sea como las antiguas plazas del pueblo, un punto de encuentro abierto en el que compartir experiencias, pero también servir como punto de apoyo para llevar a cabo servicios de carácter social y educativos, nexo de unión con Daylight Studios.
(De Izda. a dcha.) Martina del Solar (Colegio SM del Carmen 9), Marta Hernández (Colegio SM del Carmen), Leo Gutiérrez (Los Chicos de José y Leo), José Luis Pau (Los Chicos de José y Leo), Javier Martínez (Zigia 28) y Dani Martín (Daylight Studios)
Desde que nuestros estudios dejaran su antigua sede en Embajadores y reubicaran sus instalaciones en la calle Prudencio Álvaro a finales de la década de los noventa, nuestra empresa ha combinado su actividad profesional integrándose con un vecindario abierto y diversificado, asociándose con negocios de la zona como hoteles o locales de hostelería mediante acuerdos colaborativos. Además, hemos diseñado una estrategia de responsabilidad corporativa que respalda de forma anual a empresas sin ánimo de lucro como Cruz Roja (CRE) o WWF (World Wildlife Fund).
Ambas entidades se reunieron tras la temporada estival en la sede de Zigia 28 para explorar cómo unir fuerzas con acciones en el barrio de la Concepción, uno de los vecindarios con más carácter de la capital, construido en 1950 y perteneciente al distrito de Ciudad Lineal. Como resultado y punto de partida a este vínculo Daylight Studios decidió involucrarse y apoyar la iniciativa de Los Chicos de José y Leo, una asociación sin ánimo de lucro fundada legalmente en el año 2021 pero cuya labor se desarrolla desde el año 2014 con el fin de atender las necesidades de conciliación de las familias.
El Estudio 3 de Daylight Studios se actualiza para garantizar la mejor experiencia en una sesión fotográfica, un rodaje de video o la realización de un evento o presentación. Se trata de un espacio multidisciplinar de 110m², que posee luz natural y una amplia variedad de decorados de construcción que sirven para recrear todo tipo de atmósferas. Está situado enfrente de nuestros Estudios 1 y 2 (a menos de un minuto cruzando la calle), y dispone de entrada directa de vehículos grandes, zona de descanso exterior con toldo, suelo de resina, sumideros para producciones con agua y azotea, entre otros.
Un sobrio y luminoso color blanco roto predomina ahora en la entrada de nuestro tercer estudio, cuyas dimensiones son de 14m. de largo por 7m. de ancho y una altura de 3.50m. y ofrecen un tiro de cámara de hasta 14m. Un tamaño ideal para fotografiar vehículos o tenerlos aparcados con seguridad entre un día de producción y otro. Su resistente suelo de resina y sus dos sumideros permiten trabajar con agua y realizar producciones tan espectaculares como la que llevó a cabo el reconocido fotógrafo madrileño Eugenio Recuenco con una piscina para su impresionante serie ‘The Sinking of the Titanic’. También incorpora teléfono y Wi-Fi, aire acondicionado, equipo de música, un juego de mesa con sillas, sala de maquillaje independiente y 20 Kw de potencia que pueden ser ampliados.
Eugenio Recuenco
Además, el estudio tiene una polivalente zona exterior de 60m² con toma de agua. Se trata de un área configurable como rincón de descanso con toldo y la posibilidad de habilitar carpas, zona de montaje y desmontaje. Sus escaleras llevan a una azotea de 80m² habilitada con un punto de conexión, donde se pueden realizar pequeñas producciones puntuales.
De este modo, entre sus tres espacios, Daylight Studios alcanza casi 500m² de superficie configurable con Ciclorama y decorados, preparados para afrontar las producciones más complejas y exigentes. completando así las mejores instalaciones de Madrid.
La pasada semana, nuestros estudios 1 y 2 acogieron el Demo Tour Lumix S de Panasonic, en el que se presentaron las nuevas cámaras y objetivos Full Frame de la marca. El evento, al que asistieron cerca de 100 personas, fue conducido por el fotógrafo Jorge Alvariño, que es embajador de la Serie S de Lumix.
La puesta de largo en Madrid de lo nuevo de Panasonic supuso un éxito de convocatoria. Decenas de interesados acudieron a la presentación que el fotógrafo especializado en publicidad y entretenimiento hizo en las instalaciones de Daylight Studios, ideales por espacio, atención y experiencia para acoger este tipo de eventos. En ella, Alvariño desveló las características de la Serie S de Lumix sesión fotográfica en directo con las nuevas cámaras y objetivos Full Frame de Panasonic.
Fotos: Andy Zapata / María Ávila
La nueva Serie S de Lumix pone al servicio de fotógrafos profesionales una cámara que da respuesta tanto a las necesidades de video como de foto: la Lumix S1, una cámara DSLM que ofrece las máximas prestaciones de calidad tanto para foto como para vídeo. También, la S1R, que es el buque insignia; se trata de una cámara dirigida a profesionales de la fotografía, tanto de moda, publicidad, retratos o incluso paisajes y arquitectura.
Ambas cámaras tienen la solidez y capacidad de rendimiento necesaria para los profesionales de la fotografía y el video, al mismo tiempo que incorporan la tecnología desarrollada por Panasonic durante más de un siglo en el ámbito de la electrónica de consumo y la experiencia de diez años desarrollando cámaras DSLM. Estas innovaciones tecnológicas ofrecen imágenes de una calidad sin precedentes, capaces de ofrecer un detalle excepcional, una graduación rica y una reproducción del color superior. La combinación de todo ello permite a los clientes de Panasonic disfrutar de un nuevo valor añadido en video y fotografía.
Fotos: Andy Zapata / María Ávila
Jorge Alvariño, afincado en Madrid, empezó su carrera profesional en la industria del cine, donde desarrolla su propio estilo cinematográfico, atmosférico y dramático, realizando retratos icónicos para carteles y revistas. Sus fotografías decoran calles, fachadas, autobuses y marquesinas con carteles de nuestras series y películas más actuales y favoritas.
A través de su experiencia en sets de películas, ha desarrollado una habilidad especial para la fotografía, desde retratos para la promoción de una película, hasta fotografía de anuncios mucho más complejos. Su enfoque artístico lo lleva a crear imágenes únicas en fotografía comercial y lo ha convertido en el mejor embajador para la nueva Serie S Full Frame de Panasonic.
Con el fin de 2016 concluye un año muy especial para Daylight Studios, pero sobre todo para Freddy Frisuelos, su director general, que ha visto como la empresa que fundó hace un cuarto de siglo siguiendo la estela de los grandes estudios fotográficos americanos cumplía sus bodas de plata. Nos sentamos con él para hablar de este importante hito y para que nos ofrezca su balance de un año cargado de trabajo, novedades y, sobre todo, muchas emociones.
El año 2016 finaliza. Habrá tenido un gran impacto en ti profesional y emocionalmente.
Ha sido intenso. Precisamente este año decidí dar un paso atrás como prueba para ver cómo funcionaba Daylight Studios conmigo en otro papel y ahora que estamos cerrando el año veo que todo ha salido bastante bien y que hemos cumplido las expectativas. Para mí, esto no ha sido nada fácil, algo así como dejar a un hijo adolescente solo en casa durante un fin de semana (risas). Tienes que tener mucha confianza y yo he dejado a tres personas de mi equipo: Dani (Martín, director técnico), Marga (Gorostiza, responsable de producción) y Laura (Polo, responsable de administración) para que llevaran ellos las riendas y las cuentas están saliendo. Sigue habiendo mucho trabajo y los clientes siguen confiando en nosotros. Y emocionalmente, claro, ha sido un año muy bonito, lleno de recuerdos. Aunque tenga la sensación de estar dejando espacio, no me siento para nada como si se estuviera desmontando nada, porque no es así. Como ejemplo, acabamos de adquirir diez generadores Profoto Pro-10, porque sabemos que estamos en un momento inmejorable y queremos seguir creciendo tecnológicamente, como siempre, porque es nuestra forma de ser.
Dar ese paso atrás no habrá sido fácil. Te habrás tenido que rodear de un equipo de mucha confianza y, viendo que las cosas estás saliendo bien, te sentirás orgulloso de haber hecho una buena elección…
Totalmente. Estoy muy contento con todo el equipo pero me gustaría destacar la figura de Dani Martín, nuestro director técnico, que se ha convertido en una pieza fundamental para nosotros. Ha asumido muchísima responsabilidad, para, acompañado por Marga, Laura y un gran equipo, conseguir que haya una confianza total, no estar pendiente todo el tiempo y que me haya podido relajar porque sé que en los estudios existe un alto sentido de la responsabilidad. Si Dani no hubiera dado este paso adelante yo no lo hubiera podido dar hacia atrás.
Frisuelos, junto al fotógrafo Jordi Socias y el director de cine Francis Ford Coppola
¿Y por qué decides levantar el pie del acelerador?
Bueno, son ya 25 años trabajando en este proyecto y otros 10 o 12 anteriores con otras cosas. Con los años te das cuenta que montando una empresa y trabajando para que funcione te pierdes muchas cosas de tu vida personal; algunas no se pueden solucionar pero otras sí, y eso es lo que estoy haciendo. Creo que lo que aquí se ha construido es muy grande y muy bonito y sigue teniendo mucho futuro. No veo ningún problema a corto, medio o largo plazo, pero que la vida sigue y nos tendremos que jubilar algún día (risas). Lógicamente llega un momento en el que decides para un poco.
“Creo que lo que aquí se ha construido es muy grande y muy bonito y sigue teniendo mucho futuro”
De algún modo, que hayas dado ese paso demuestra la solidez de Daylight Studios. Si se tratara de un negocio frágil no hubieras podido hacer este movimiento, ¿verdad?
Desde luego. Nos ha ido bien y nos va bien. Hemos visto casos cercanos en los que por desgracia no ha sucedido así. De todas formas, se puede ser optimista, pero hay que tener mucha cautela, porque hay veces, y yo lo he vivido, en que el negocio no te permite parar. Estoy satisfecho de haberlo hecho y creo que ha sido bueno para todos, porque la gente también necesita sentir esa confianza, verse respaldado y tomar decisiones, equivocarse y solucionar los problemas que puedan ir surgiendo. Este equipo, desde el primero al último, sabe hacer todas estas cosas.
Freddy Frisuelos, a principios del año 1989, en el primer local de la calle Embajadores
2016 ha sido un año lleno de cambios para vosotros. Coincidiendo con vuestro aniversario habéis hecho una renovación importante a nivel de imagen de empresa, soportes, etc…
Claro, esto es algo que hicimos coincidir a propósito, porque sentimos que vamos cumpliendo ciclos. No es algo forzado, es algo que hemos hecho siempre así, ajustándonos a nuestros ritmos. Como este año cumplíamos 25 años sentimos que cerrábamos una etapa preciosa, alucinante, pero como la vida sigue, quisimos marcar una diferencia y decir “hasta aquí hemos llegado, ahora más”. Continuamos con ilusiones renovadas y ganas de seguir estando en primera línea y hacerlo cada vez mejor.
Hablabas antes de tener cautela a la hora de tomar decisiones. ¿Puedes poner un ejemplo?
Bueno, en estos años hemos tenido la oportunidad de crecer y abrir delegaciones fuera de Madrid, pero es algo que conscientemente hemos rechazado, aunque muy halagados, porque pensábamos que nos podría vencer una ambición desmedida y perder el control. Quizá 10 o 15 años atrás sí hubiéramos podido abrir una delegación en Barcelona o Palma de Mallorca como ha hecho gente de la competencia, pero nosotros no creíamos que esa ampliación fuera oportuna en estos últimos años. Hemos reforzado los lazos de unión que tenemos con nuestros colaboradores y los fomentamos. Queremos seguir progresando profesionalmente pero tampoco queremos que nos pueda la avaricia: tenemos que saber disfrutar, estar con nuestras familias, tener horarios compatibles con este tipo de vida… No todo es el dinero. Aquí hay días que nuestros trabajadores salen a las 10 de la noche, y si hay que hacerlo se hace, pero no como norma.
En 2016 hemos recogido muchos testimonios de elogio hacia vuestros estudios por haber conseguido desarrollar una carrera tan longeva en un sector en el que no es fácil mantenerse. ¿Qué tipo de reacciones has recibido tú al celebrar vuestro aniversario?
Muy positivas. Celebramos una fiesta para conmemorarlo y yo estaba feliz porque vino muchísima gente: fotógrafos, ayudantes… Vinieron personas que habíamos invitado pero que como hacía casi 25 años que no veía pensaba que no iban a venir, me hizo mucha ilusión. Por supuesto que eché de menos a algunas personas que me hubiera gustado haber visto, pero también es cierto que en tantos años no todo ha sido fácil y bonito y han existido problemas, desencuentros y distanciamientos. Lo pienso y veo que a lo mejor yo también quería que este año sirviera para reencontrarse con todo el mundo pero por supuesto entiendo que tampoco haya podido suceder. Quizá es lo único que me ha quedado pendiente. Pero soy consciente de que además de haber hecho las cosas bien, en estos años también hemos cometido errores y hemos tomado nota para tratar de no volver a caer en ellos.
Imagen de la fiesta de celebración del 25º aniversario de Daylight Studios
¿Qué te dice la gente que estuvo allí hace 25 años? Será muy emotivo oírles después de tanto tiempo y en un momento tan importante.
Por supuesto, lo he hablado con gente como Nils Schlebusch, por ejemplo, que no pudo venir porque vive en Nueva York, y a todos les encantó el hecho de que quisiéramos celebrar esto. Aunque no pudieran estar aquí físicamente, sí estaban de corazón y nos decían que sentían una gran emoción porque saben que han sido partícipes y que han puesto su granito de arena. La vida esta hecha de momentos y de personas y aquí han pasado miles de cosas. Todos han dejado su huella y me quedo con lo mejor de cada uno.
Me causa mucho orgullo, claro. En general, nosotros tratamos que todo el que pasa por aquí aprenda todo lo que pueda, pero hay gente que es muy proactiva y que sabe motivarse. Cuando Félix pasó por aquí, empezaba todo lo digital y nosotros no teníamos ni idea. En aquella época, pasó por aquí Benjamin Kaufmann, un fotógrafo alemán que estaba en Madrid, de madre maquilladora y padre fotógrafo, que sabía muchísimo. Como no tenía dinero porque estaba empezando y quería hacer cosas con nosotros, encontramos la manera de que nos pagara: con formación. Él nos enseñaría a retocar cuando no teníamos ni idea de Photoshop ni sabíamos lo que era. Justo queríamos empezar con un departamento dedicado a lo digital, así que le dijimos “te dejamos equipo y tú nos das clases”. Fue increíble. En esas clases todos aprendíamos y Félix, por ejemplo, que estaba aquí haciendo unas prácticas, se formó como ninguno. Más tarde, cuando terminaron sus prácticas como asistente, nos pidió seguir viniendo y terminamos contratándole. Mostraba muchísimo interés y mira lo que ha pasado y dónde está ahora. Al final, con su capacidad y sus ganas era alguien que los clientes ya prácticamente nos exigían para sus producciones.
El anuncio de la asociación entre Daylight Studios e Innovahaus, los exclusivos espacios de alquiler para fotografía, publicidad o eventos ubicados en Valencia, nos permitirá contar con instalaciones en la región de Levante donde ofrecer toda nuestra experiencia y cercanía, obtenidas tras 25 años en producción nacional e internacional de fotografía y vídeo de alta calidad. De este modo, Valencia se une a las ciudades en España y Portugal en las que nuestra empresa presta servicios a través de sus partners.
Tras el acuerdo de colaboración alcanzado entre ambas empresas, las completas instalaciones de Innovahaus, ubicadas en la localidad de Loriguilla, a tan solo 20km. del centro de Valencia, amplían la capacidad de Daylight Studios para ofrecer recursos de primer nivel, capacidad de planificación y resolución para las necesidades específicas de cada proyecto no sólo desde Madrid, sede principal de la empresa, sino en la zona del Levante mediterráneo.
Mediante esta alianza, Daylight Studios ahora tiene en Valencia espacios de alquiler versátiles como El Cubo, un espacio diáfano, neutro y personalizable que puede ser un estudio fotográfico, un set de rodaje o un lugar para eventos; la Sala Panorámica, con dos grandes ventanales que aportan mucha luz natural e ideal para acoger reuniones de trabajo, cursos, workshops o presentaciones de producto; los Sets Exteriores, compuestos por un gran jardín con rincones diferentes para distintas necesidades fotográficas: vegetación, agua, madera o fondos de varios colores y texturas; un Showroom Profoto con el mayor stock de la marca sueca, que puede probarse antes de alquilar; o salas para reuniones de trabajo, conferencias o exposiciones con material de oficina, audiovisual y servicio de catering disponible.
Además, Innovahaus cuenta con la Passivehaus, un gran loft construido según los estándares internacionales del Passivhaus Institut, construido en dos alturas y de gran ahorro energético, para alojarse como apartamento completo o por habitaciones. Dispone de una suite y dos habitaciones estándar, todas con baño completo, cama doble, TV, WI-FI, cocina-office y jardines (ambos de uso común) y en el caso de la suite con acceso a terraza privada.
Si estás interesado en conocer nuestras nuevas instalaciones en Valencia, quieres hacernos una consulta o vas a realizar una producción en la zona del Levante mediterráneo, no dudes en contactarnos en:
“Iluminando, no retocando” es la máxima por la que se rige Roberto Garver (Madrid, 1964) para definir su forma de entender la fotografía. Nos citamos con el reconocido fotógrafo de publicidad, retrato y arquitectura en nuestro Estudio 1 para que nos explique su lema, nos hable de sus orígenes y referencias y para que nos cuente su opinión sobre la evolución de los equipos de iluminación y la lógica importancia que estos tienen en su trabajo.
¿Cómo te iniciaste en el mundo de la fotografía?
Empecé en las artes gráficas. Con 18 años montamos una imprenta y luego me fui a la fotomecánica, que es dónde me formé. Vi una cámara de reprografía, me enamoré y rápidamente me independicé y continué con la fotomecánica. En esa época era el tonto de la cámara, tenía muchas y era como un hobby, me obsesionaban los árboles viejos y les hacía fotos continuamente. El caso es que hacía fotomecánica para muchas revistas y uno de los clientes más fuertes que tenía, acostumbrado a ver cámaras por todos los lados en mi lugar de trabajo, en una ocasión se quedó sin fotógrafo y me dijo, “¿tú podías hacer un retrato para una entrevista de la revista?” y yo le contesté que sí, y si le gustaba el resultado bien y sino pues nada. Ese fue mi primer encargo. A partir de ahí empecé a ver la fotografía como un trabajo y según fue decayendo el tema de la fotomecánica con la llegada de los primeros Macs, que se cargaron los artes finales, la parte en la que yo trabajaba más, comencé a trabajar para el diario ‘Claro’, un proyecto que no funcionó. Me gasté toda la indemnización que nos dieron en equipo y en tomarme un año sabático antes de dedicarme por completo a esto. Esto ocurrió en el año 1992 y desde entonces vivo de la fotografía.
¿Entonces eres autodidacta? ¿Quiénes fueron tus referencias?
Sí, nunca fui a ninguna academia ni he tenido ninguna formación más allá del Langford aquel que usábamos todos, donde venía la técnica necesaria (risas). El resto fue usar y usar carretes. Hay que tener en cuenta que al principio yo era fotógrafo de prensa y que empecé haciendo deporte. Según creció mi interés por la luz encontré mi primera referencia en Marco Grob, que era todoterreno como yo; me encantaba su trabajo y me sigue gustando. Cotilleaba todo lo que hacía y me inspiraba. Según fui sofisticando la luz y comprando más cacharros seguí fijándome en otros fotógrafos como Eugenio Recuenco o Erwin Olaf.
“Al trabajar en un diario, lo mismo estabas en un poblado chabolista negociando con un yonqui para que te dejase fotografiarle mientras se drogaba, que estabas en Moncloa o en Zarzuela.”
¿Cómo fue tu transición del fotoperiodismo a la fotografía de estudio?
Influyeron varios factores: el primero la supervivencia, porque no me veía haciendo fotografía de prensa para siempre. Emocionalmente me llenaba mucho porque tocas muchos mundos y estás muy implicado, aunque económicamente no fuese lo mejor, pero llega un momento a partir de una edad en el ya que no lo haces con la misma intensidad o te metes en líos porque ya no te puedes mantener al margen del trato que recibes, que es muy desagradable, con broncas constantes y jugándote el tipo. Al trabajar en un diario, lo mismo estabas en un poblado chabolista negociando con un yonqui para que te dejase fotografiarle mientras se drogaba, que estabas en Moncloa o en Zarzuela.
Lo normal. Una vez se convierte en tu rutina Moncloa sigue siendo Moncloa y Zarzuela sigue siendo Zarzuela, y los niveles más bajos de la sociedad también. Igual cambia la moda o la estética pero los modos son los mismos y eso ya lo has vivido. Otro factor importante es que a mí me gusta mucho la técnica: las ópticas, las luces… Sí que es cierto que estoy algo limitado por el tipo de clientes que tengo, que son principalmente televisiones que te marcan las fotos que quieren. El 95% de mi trabajo es para ellas y no te puedes volver loco porque buscan fotos oficiales y las circunstancias de trabajo tampoco son la idóneas porque siempre hay poco tiempo. Hay días que todo gira a tu favor y puedes trabajar con calma y con espacio, pero normalmente es más “mira, éste es el rincón que tienes para las fotos” y ahí lo tienes que hacer…
Te gusta hacer esquemas de los trabajos que vas a realizar ¿Eres muy meticuloso con tu trabajo? ¿pasas mucho tiempo aprendiendo a manejar tus equipos?
En realidad, casi todo siempre esta en mi cabeza, hago los esquemas por escrito cuando quiero transmitirle a alguien cómo quiero que sea la luz, para explicárselo y que vea por dónde vamos a ir, o también si es una sesión en la sé que voy a introducir muchos cambios de luz para poder organizarme y que no se me olviden. Entonces también lo hago.
“Hay que matizar lo que yo entiendo por no retocar: cuando la foto sale terminada después del tratamiento del archivo RAW con Lightroom, que es lo que habitualmente utilizo, o Phocus si uso una Hasselblad, es decir, sin pasar por Photoshop o nada parecido.”
Intentas siempre que haya el mínimo retoque posible…
O ninguno. Lo ideal para mí es que no sea necesario hacer nada. Pero aquí hay que matizar lo que yo entiendo por no retocar: cuando la foto sale terminada después del tratamiento del archivo RAW con Lightroom, que es lo que habitualmente utilizo, o Phocus si uso una Hasselblad, es decir, sin pasar por Photoshop o nada parecido. Llevo mucho tiempo, años probablemente, sin tener que retocar una foto, más allá de que en alguna ocasión puntual, como se puede ver si se cotillea un poco mi trabajo, veas dos personajes unidos que no estaban juntos, por ejemplo. Ahí sí, pero para ello previamente he preparado los fondos para que simplemente sea coger una y otra foto, pegarlas y listo, nada más. Es lo único que a veces hago para una publicidad, por ejemplo, si no hemos podido fotografiar a los dos personajes juntos. Pero no toco pieles para nada, las texturas te las da la luz, por eso hay tantos tipos diferentes, sino siempre trabajaríamos con la misma.
Además de tu propio talento, ¿cómo han evolucionado los equipos para ayudarte a conseguir la luz que buscas sin retoques?
Cuando empecé a trabajar con luz los accesorios que había eran limitados. Personalmente, noté mucho la entrada de Profoto, que descubrí al alquilar un estudio que sólo tenía esa marca. Al día siguiente vendí lo que tenía y compré todo de esta marca por la seguridad que me transmitía. Además, es la que más accesorios tiene para conseguir cualquier tipo de luz. Que haya muchos modificadores de luz facilita que te puedas adaptar a cualquier circunstancia, que es mi caso. A veces, los maquillajes de televisión no son muy buenos y no te vale una luz cualquiera, necesitas que pueda contrarrestar ese maquillaje que es malo por exceso. Las caras quedan un poco artificiales y puedo compensarlo con la luz. También al contrario. Trabajo con Profoto pero, ojo, todo mi equipo es comprado y elegido por mí.
Tu experiencia como fotógrafo deportivo te ha ayudado en tus proyectos con Adidas, por ejemplo…
Sí, en realidad el vínculo que estableces con la fotografía deportiva te ayuda con todo, hasta con un retrato, porque te marca el momento del disparo. En fotografía deportiva tienes que ser capaz de anticiparte al movimiento de la persona que tienes delante y disparar en el momento adecuado, así que es muy útil. Por ejemplo, las fotos que he hecho del Real Madrid con equipo de Daylight Studios no son tan estáticas como pueda parecer a simple vista. Algunas sí, pero hay muchas en movimiento que requieren mucho equipo, asistentes con generadores a la espalda, pértigas en las que va una luz que hay que simular como nocturna aunque sea de día porque lo que buscamos es que parezca que los jugadores están corriendo en cualquier partido de liga en su campo. Por tanto, es casi todo acción.
¿Qué tal se congela movimiento con los equipos Profoto que normalmente utilizas?
Muy bien, cero problemas. Es más, mantengo uno de los generadores que tengo de Profoto de una generación anterior y características diferentes a los actuales. Le tengo mucho cariño y durante mucho tiempo fue el generador más preciso con el color pero el pulso era más largo, no era capaz de congelar tanto. Bueno, pues justo por esa razón lo conservo, porque hay veces en las que el problema que me encuentro con Profoto es que congela demasiado y necesito sacar, por ejemplo, un pelo que no parezca estático y se mueva un poco, así que para darle un poco más de naturalidad conservo este generador, un D4, cuyo pulso es un poco más largo.
Trabajas mucho con Atresmedia y acaba de empezar la temporada televisiva, habrás estado muy ocupado…
Sí, trabajo fundamentalmente para sus áreas de comunicación y marketing preparando las campañas publicitarias de muchos de sus programas y series, dando a conocer las novedades, nuevas temporadas… Este inicio coincide con la celebración del Festival de Televisión de Vitoria, donde siempre hay que llevar muchas imágenes. Es mucho trabajo pero sin rutinas; las fotos de una de las series que ha regresado recientemente, ‘Mar de plástico’, fueron una locura, hubo que partir la sesión en dos y aprovechar los parones en la grabación para hacer fotos que además era complicadas por luz y porque todo era muy preciso. Luego hay cosas más sencillas como renovar fotos de personajes de determinados programas y mostrarles en el plató.
Por último, ¿qué le aconsejarías a alguien que quisiera ser fotógrafo?
Bueno, si te digo la verdad, la mayoría de los fotógrafos que yo conozco no tenemos una formación académica con la fotografía, pero llevamos 30 años aprendiendo porque no hemos parado. Por eso, en este mundo creo que es muy importante lo que tú lleves dentro y no tanto lo que te aporte esa formación, más allá de unos conocimientos técnicos de fotografía que todo el mundo debe tener. El resto es cosa tuya. Nadie te puede enseñar a mirar.
Daylight Studios acogerá el próximo martes 4 de octubre (10:00h.) la primera parada del ‘On Tour’16’ de Innovafoto con el fotógrafo Christian Colmenero como protagonista. El proyecto, del que nuestros estudios ya ha sido sede en el pasado, pasará en los meses de octubre y noviembre por 20 ciudades de España y Portugal en su segunda edición con el objetivo de acercar a sus asistentes las últimas novedades en productos de la marca Profoto y ofrecerles la posibilidad de conocerlos, probarlos y resolver cualquier duda.
Christian Colmenero, fotógrafo especializado en motor y embajador de Profoto desde el año 2015, ejercerá como maestro de ceremonias en la etapa inaugural del ‘On Tour ’16’ de la empresa Innovafoto, importadora de la marca sueca en la península ibérica, que ha escogido las instalaciones de Daylight Studios para dar el pistoletazo de salida a un evento que superó las expectativas creadas en su primer año de vida y que este año amplía hasta 20 las ciudades españolas y portuguesas en las que hará parada.
En Daylight Studios fuimos pioneros en el uso de los equipos de iluminación Profoto en nuestro país, una apuesta que se remonta en el tiempo hasta el año 1996. Dos décadas después, la relación entre estudio y marca se ha estrechado, consolidándose con un crecimiento mutuo y posicionando a ambas empresas como actores principales de sus respectivos sectores.
Se trata de un proyecto que goza de una gran recepción en el mundo de la fotografía ya que brinda una oportunidad única para comprobar en primera persona las prestaciones de productos tan novedosos de la marca de flashes que llevan revolucionando el mundo de la iluminación desde 1968 como el Profoto D2, introduciendo el TTL y el HSS en sus compactos, congelando a 1/63.000s, y disparando ráfagas de hasta 20 flashes por segundo y con un tiempo de reciclado sorprendente.
También se trabajará con los flashes B1 y B2, perfectos para exprimir tu creatividad en todo tipo de localizaciones, sin olvidar las conocidas Light Shaping Tools de la marca: modificadores de luz que ofrecen la posibilidad de dar un paso más en iluminación y dominar la luz.
Inscríbete ya en la página web de Innovafoto y ven a nuestros estudios a disfrutar de lo último en equipo de iluminación Profoto. Al asistir, también podrás participar en el Concurso On Tour y ganar los siguientes premios:
1º premio: A elegir entre un kit B2 To-Go o un D2 500 ws
El fotógrafo Alberto G. Puras ha conducido este miércoles una sesión abierta en nuestro Estudio 3 en la que han participado numerosos fotógrafos. La actividad, fruto de la colaboración entre Daylight Studios e Innova Foto, importadora oficial de Phase One en nuestro país, ha ofrecido a los asistentes la oportunidad de comprobar de primera mano las prestaciones de algunos de los objetivos más recientes de la marca danesa, cuya disponibilidad es limitada ya que no se encuentran habitualmente en puntos de venta o estudios profesionales.
El encargo elegido para que el fotógrafo vallisoletano ejerciera como maestro de ceremonias con el apoyo de Sara Sapetti, técnico comercial de Innova Foto, ha sido una sesión de retrato, que ha contado para su realización con el sistema digital Phase One XF 100mp, una marca que Puras conoce bien como usuario suy0 desde hace años y un producto que se posiciona en la más alta gama del mercado del formato medio, junto con cuatro exclusivos objetivos Schneider Kreuznach: 80mm., 150mm., 120mm. macro y 240mm., estos dos últimos correspondientes a la gama Blue Ring de Phase One, desarrollada específicamente para trabajar con sus respaldos de mayor resolución. Además, la sesión sirvió para conocer el funcionamiento del teleconvertidor Phase One X2 para estas ópticas y su capacidad para multiplicar las focales.
A la conclusión del evento, Alberto G. Puras ha descrito la experiencia como “una aventura; hemos probado los cuatro objetivos y nos hemos atrevido a usar el duplicador con el 240mm. poniéndolo en 480mm. Se convierte en un tele muy potente pero complicado de manejar por lo que hay que dedicarle tiempo. El enfoque es muy crítico, por ejemplo. Eso sí, tienes un teleobjetivo brutal y eso en formato medio se ve poco”. El pucelano también ha explicado cómo en la sesión “se ha forzado el equipo al límite de meter un primer plano de una modelo moviéndose y con la cámara a pulso, que es el máximo de complicación. La verdad es que la calidad óptica de todo el equipo es maravillosa”.
El objetivo de estos encuentros, realizados periódicamente por Daylight Studios e Innova Foto, es crear un entorno cómodo y sin aglomeraciones en el que los fotógrafos presentes, que en muchos casos ya se conocen, tengan en sus manos novedosos productos y participen de forma activa en las sesiones abiertas aportando sus conocimientos con total libertad para intercambiar opiniones y preguntar sobre cualquier aspecto de la sesión o el equipo empleado. Para Puras, estas citas suponen “una oportunidad muy buena para ver, aprender y probar equipos que no tienes a tu alcance en el día a día. Si encima estás pensando en comprar o en alquilar algo, te sirve para hacer un buen test de ese producto”.
Comments Off on Daylight Studios launches its new brand identity and website
Reaching the milestone of our 25th anniversary has brought new features and surprises for our company. This Monday we are proud to present our new brand identity, a project that has been developed by Madrid-based communication agency Cocus, who has created our new logo and a completely redesigned website.
Daylight Studios was born 25 years ago and has been constantly growing ever since. As a result of our staff´s closeness, dedication, reliability and efficiency, we have become a reference for the photographic industry in Madrid. We want to start this new phase with a brand identity change that includes new designs for both our logo and our website. This is the fourth logo change for Daylight Studios, a company that started in the business in 1990 with a spiral that was revamped six years later. It later evolved to the most recent logo (with two circles) on the occassion of the company’s 15th anniversary. The new logo enhances our carachter and symbolizes who we are today, reflecting the professionalism and experience that we have acquired over the years.
Freddy Frisuelos, Daylight Studios Managing Director, explains that the new identity “originated when we reached the 25th year milestone, because we felt that we had to close a cycle and open a new one. Our work prospects are excellent, we have a bright future ahead of us. That’s why we believed that it was necessary for us to renovate and share it with our clients. With the new logo and website we want to communicate that we are very much alive and going for another 25 years.”
The new logo has a clean and lineal stroke in stylish black and white. It’s a symbol made of hexahedrons that represents the studio’s blueprint with volume, distinguishing its different spaces, including a connection that was made between two of the studios years ago.
Users will find Daylight’s new website more visual. It has been designed following the latest technological advances, with more accesible, organized and intuitive multimedia content. The design also uses clear ochre colors that convey a sense of calmness and freshness. The digital platform was created with a responsive web design in a manner that allows webpages to be viewed in response to the size of the device one is viewing with (computers, smartphones and tablets).
Aunque los trabajos más frecuentes de Alberto G. Puras (Valladolid, 1974) correspondan a campañas de moda y la publicidad, el bagaje profesional del polifacético fotógrafo, que recientemente ha fijado su residencia en Madrid, también abarca campos como la fotografía industrial o de producto, categorías en las que ha sido reconocido en distintas ediciones de los Premios Nacionales de Fotografía LUX. Nos citamos con él en nuestro Estudio 3 para hablar, entre otros asuntos, sobre cómo su versatilidad le sirvió en 2015 para realizar un bodegón de una patena de cristal del siglo IV por encargo de la revista Smithsonian o de sus muchos proyectos actuales, y además le preguntamos por su experiencia con el formato medio digital, con el que trabaja desde el año 2011.
¿Cómo se produce tu llegada al mundo de la fotografía?
Empecé en imagen y sonido en Salamanca y no precisamente por la imagen sino por el sonido. Allí descubrí la fotografía, me gustó y decidí ampliar esa formación. Me fui a la escuela de fotografía de la Fundación Politécnica de Cataluña y allí estuve tres años. Mientras estudiaba hacía algún trabajo como asistente y nada más terminar la carrera empecé como profesional, poco a poco. En realidad, todo empezó al estudiar, cuando me dijeron “tienes que comprarte una cámara” y comencé a hacer fotos. Vi que me gustaba y desde entonces…
Has sido finalista y semifinalista de los Premios LUX (Premio Nacional de Fotografía Profesional) varias veces y en diferentes categorías como industrial, publicidad, moda o producto. ¿Tienes algún estilo favorito o estás abierto a cualquier forma de fotografía?
Cuando terminé de estudiar en Barcelona había recibido una formación bastante global. Habíamos hecho bodegones, retrato, moda, arquitectura, algo bastante diverso, y una vez monté mi propio estudio comenzaron a llegar clientes de todo tipo. Por ejemplo, daba la casualidad que el dueño del local que yo había alquilado tenía un contacto que era industrial, me lo presentó y empezamos a hacer fotos con él. En general las agencias te pedían publicidad, pero incluso hubo una época en la que trabajé con McCann para el cliente ‘productos calidad certificada de Andalucía’ y había que fotografiar un banco de imágenes de productos y platos preparados dentro el campo de la alimentación. He trabajado en muchos campos, pero actualmente lo que más hago es publicidad y moda, sobre todo más enfocado a lo publicitario que a lo editorial, aunque alguno hago, pero siempre llegan algunos clientes de otros sectores. Lo más curioso de los LUX en categoría industrial es que no tengo tantos clientes en ese sector. Hice algún trabajo puntual y pensé “bueno, lo voy a presentar”. Al final, resulta que tengo dos de plata en industrial. Cuando gané uno de ellos pensaba “pero si este año sólo he hecho dos trabajos de industrial y 15 campañas de publi…”.
¿Tienes una espina clavada por no haber conseguido aún un LUX de oro?
Me presenté por primera vez a los premios en 2011 y fui finalista en producto y en industrial, pero es en 2012 cuando sí diría que me quedó una espinita clavada porque fui doble finalista en publicidad de cinco que estábamos. Tener dos finalistas y no llevármelo… pero bueno, no pudo ser y ya está, tampoco me rijo por los concursos. Me gusta presentarme a los LUX porque son de la Asociación de Fotógrafos Profesionales, que defienden nuestros derechos y los premios, que no son económicos. Están muy bien organizados, con jurados formados por gente relevante. Si te digo la verdad, creo que no me he presentado a ningún otro concurso desde que soy profesional.
Ahora vives en Madrid pero hasta hace poco residías en Sevilla. ¿Por qué te mudaste a la capital?
Todo empezó con la llegada de la crisis económica, al ver que los clientes llamaban menos y que los presupuestos se apretaban. Pensé que si quería seguir igual o que la crisis no me llevara por delante tenía que buscar clientes con presupuestos mayores y empecé a hacer una búsqueda. Había ido subiendo peldaños y en Sevilla trabajaba con delegaciones de las grandes agencias como McCann, BSB, Tapsa o Publicis, que tenían oficinas allí, y recuerdo que cuando iba por la calle siempre solía ver alguna publi mía por la calle, así que trabajando desde Andalucía me iba bien. Pero llegó la crisis y comprobé que salvo en Madrid y Barcelona se cerraron muchas oficinas y que los grandes clientes los llevaban estas agencias desde allí. Como de todos modos me había pasado tres años a caballo entre estas dos ciudades, trabajando para ellos llegó un momento en el que decidí quedarme en Madrid como punto intermedio, para concentrarme en los clientes que tenía aquí y seguir buscando. Sigo bajando a Sevilla para ver a mis clientes de allí y puedo ir a Barcelona con más facilidad. Realmente fue el mercado el que me llevó a tomar la decisión: si tus clientes están en un sitio, te tienes que mover a ese sitio, con todo lo que conlleva, para bien y para mal. En general, estoy contento con el cambio.
¿Puedes hablarnos de algún encargo en el que estés trabajando ahora?
Bueno, hay algo en el aire que creo que puede ser muy interesante pero no está cerrado aún, así que no puedo decir nada. Por otro lado, tengo en la calle una campaña del Banco Santander y hay otra para una marca de móviles de Shanghái llamada ZTE que saldrá en breve. Aquí en Madrid ya se puede ver en algunos puntos el trabajo que he hecho para la Fundación Juan XXIII Roncalli, con quien ha sido un placer trabajar. También se ha renovado la campaña del Tesoro Público, que aunque es del año pasado sacara las mismas imágenes en este.
Recientemente has hecho un trabajo muy particular para la Smithsonian Magazine, una prestigiosa publicación de arte, cultura, ciencia y viajes del norteamericano Instituto Smithsonian…
Sí, realmente ha sido un trabajo bastante especial desde el principio, cuando me contactaron porque habían visto mi trabajo en moda y publicidad y querían contratarme para hacer un bodegón de una patena del siglo IV. La publicación estaba preparando un número especial sobre Cristo y viajaban por el mundo entero recopilando obras de arte relacionadas con el tema. Lo hicimos en Linares porque en su museo arqueológico tienen una patena de cristal de entre dos y cuatro milímetros de grosor recuperada al 80% tras encontrarse en unas excavaciones que se hicieron allí. No hay nada igual en el mundo. Me desplacé allí para hacer cuatro o cinco bodegones y me pareció muy interesante el proyecto por cómo trabaja en la revista. Aparte del presupuesto, que les permite abordar cada proyecto con una seriedad y profesionalidad envidiables, yo me veía casi como si estuviera haciendo una publi, porque recibía briefings y layouts de lo que querían, sugerencias de iluminación con referencias, la maqueta de la revista para que viera cuál era el estilo… Todo esto sin que tuviera que pedirlo, se adelantaban siempre. Se nota que tienen una tirada de cuatro millones de ejemplares y que son una referencia a nivel mundial. Hice las fotos como ellos querían y alguna que se me ocurrió a mí, realizamos la selección de una de ellas como habíamos hablado inicialmente y después me preguntaron cuál me gustaba más a mí del resto. Pocas veces te pasa esto. En papel salió una doble página y en digital el resto de las imágenes.
Últimamente hemos hablado mucho sobre el formato medio digital. Tú trabajas habitualmente con él, ¿cómo y cuándo decidiste dar el salto?
En 2011 me decidí a comprarlo fundamentalmente por la moda y la publi. No me resultaba nada complejo porque había empezado a trabajar con medio y gran formato de película, haciendo placas con una Sinar o en formato medio con una Pentax 67 o Mamiya RB67. Mi formación tuvo lugar con película cuando el digital estaba empezando y ya se podía ver que era el futuro, pero aún tenía más contras que pros. Recuerdo a algunos fotógrafos como locos comprando respaldos de barrido y luz continua que sólo valían para objetos inmóviles. Primero llegó un momento en el año 2000 cuando me plantee comprar algo en digital y adquirí una DSLR, sobre todo para las fotos más sencillas, porque trabajando en moda, publi, retrato o industrial trabajaba mayoritariamente en formato medio o gran formato. También la tenía por si hacía algo de moda y necesitaba rapidez porque todos los equipos de medio formato eran en foco manual y la ventaja fundamental era el autofocus. Cambié varias veces de DSLR y después de casi haber abandonado la película finalmente llegué al formato medio digital. Algo en mi cabeza hizo ‘click’ y pensé “cómo mola, esto es como antes, pantalla grande, visión grande, la profundidad de campo”…
Y no te intimidó nada el cambio…
Al contrario, me motivó y me hizo volver a mirar por un visor por el que las cosas se ven diferentes y en ese aspecto el cambio estuvo muy bien, pero, ojo, pasar de tener una Canon de 22 megapíxeles a tener un Phase One P40+ de 40 implica cambios. Para mí supuso renovar unos ordenadores que estaban en su límite de vida útil pero que con 22 megapíxeles iban perfectos. De repente te pasas al doble, el trabajo de retoque se ralentiza y todos sabemos que el tiempo es dinero. Los archivos son más grandes en ordenadores que ya de por sí eran algo lentos, los tiempos son mayores para abrir, cerrar, etc… así que, nada, tocaba cambiar los ordenadores.
Así que tuviste que gastar bastante dinero…
Tuve que hacer una buena inversión, sí, pero fue un salto calculado, pensando en los clientes de publicidad y moda con los que trabajaba en formatos grandes. En ese aspecto me daba una calidad, profundidad de color y una definición que desde luego no había tenido antes y una posibilidad de recorte resultaba muy útil si, por ejemplo, algún creativo me cambiaba una gráfica y un plano general se transformaba de repente en un detalle.
¿Y el software?, ¿cuándo cambias de Photoshop a Capture One?
Fue todo paralelo; yo trabajaba con Adobe, con el Camera RAW del Photoshop, y sí que había escuchado que el Capture One trabajaba muy bien. A veces me lo descargaba y trabajaba con él un rato, pero todo el aspecto del software y su funcionamiento era diferente y veía que necesitaba tiempo, algo que nunca tenía, así que siempre decía “bueno, sigo con lo que estoy que es con lo que voy rápido”. Así hasta que me pasé al P40+ y me lo trajeron. Pedí que me formaran con el Capture One antes de nada porque la cámara ya la había probado unas horas y sabía que si invertía tiempo con el software me iba a adaptar bien a él. Así fue, desde entonces no he vuelto a usar otro programa.
¿Has cambiado ya de respaldo?
Sí, en menos de dos años lo cambié porque tenía un cliente de moda que me requería unos formatos algo extraños. Igual me pedía unos formatos horizontales para web que una vertical a 1.20m. de altura para las tiendas. Al ser moda, si tu disparabas una vertical o una horizontal te decían “ay, es que aquí me gustan las piernas de la modelo, y aquí la cara, y aquí…”. Tenías que retocar el triple de trabajo y todo tenía que salir de un solo disparo. Así que me dije “me paso de 40 megapíxeles a 80 y así, si tengo que recortar, sigo teniendo mucha información”.
Bueno, tengo que señalar que yo tengo los dos equipos: mi Phase One y mi Canon. He pasado por una 5D, una 5D Mark II y ahora tengo la Eos 5 Ds, y por otro lado pasé del respaldo P40+ de Phase One al IQ180 y tengo muchas ópticas. Para mí está claro, si tienes un flujo de trabajo y clientes que te demandan esa calidad, la opción de comprar puede ser interesante porque al final lo amortizas y se repercute en cada trabajo. Ahora, si necesitas usarlo puntualmente, pues lo alquilas. Aquí en Daylight Studios, por ejemplo, tenéis estos productos. Yo uso la Phase One indistintamente en estudio y en exteriores, conmigo no va eso de que los respaldos son sólo para estudio, yo cargo con la cámara en la mano, sin trípode, el autofocus va muy bien… Es cierto que también le planteo al cliente lo que voy a usar según el presupuesto que exista, porque aunque tenga el respaldo en propiedad no voy a regalar su uso porque no me parece correcto.
“Es comprensible que el cliente quiera ver en qué se gasta su dinero, el problema es que lo valore sólo según los equipos que se estén usando y no por la capacidad del profesional. Tú te coges a Peter Lindbergh y le das una compacta y te hace un editorial para el Vogue al que nadie le va a poner ni un pero. Era la estética que buscaba y ya está.”
Y a la inversa, ¿alguna vez te solicitan disparar exclusivamente con equipos de formato medio digital?
A ver, recuerdo a un fotógrafo que una vez me decía “es que a veces tengo que enseñar la cámara y decir ‘es que esto vale tanto’”. Uf, que triste que tengamos que defender nuestro trabajo porque nuestros equipos valgan un dineral. A ver, es comprensible que el cliente quiera ver en qué se gasta su dinero, el problema es que lo valore sólo según los equipos que se estén usando y no por la capacidad del profesional. Tú te coges a Peter Lindbergh y le das una compacta y te hace un editorial para el Vogue al que nadie le va a poner ni un pero. Era la estética que buscaba y ya está. Ahora, si eres tú el que lo haces, entonces es probable que escuches “oye, bájame el presupuesto que eso lo has hecho con el móvil”. Yo he vivido el estar haciendo una foto complicada de iluminación, donde ya no estamos hablamos de definición, megapíxeles o profundidad, sino de algo que tienes que conocer y saber hacer. Como yo trabajo conectado, al disparar con la Phase One y entrar la foto en pantalla una vez me llegaron a decir “claro, con una cámara así cómo no van a salir buenas fotos”. Lo que hice fue coger la cámara, dársela al autor de la frase y decirle: “venga, pues como es cosa de la cámara, sigue tú la sesión”. Molesta que te digan que el equipo es responsable 100% de que la foto sea fantástica. Otra cosa es que tú elijas con qué quieres trabajar para que un encargo quede bien, porque para un banner de Internet está claro que no necesitas 100 megapíxeles porque incluso a lo mejor te da más problemas que ventajas, pero si es para un formato muy grande vas a ver que la calidad aguanta hasta tamaños que no imaginabas. Todo es cuestión de sentido común, lo que pasa es que a veces es el menos común de los sentidos (risas).
¿Cuál es tu análisis sobre la situación actual del sector?
Creo que es probable que el hecho de la llegada de la fotografía digital haya causado más problemas que beneficios. ¿Por qué? Antes para hacer una foto tenías que saber hacerla porque hasta dos horas o un día después no ibas a ver los resultados. Para ofrecer tus servicios como profesional, salvo que fueras un caradura, tenías que tener la seguridad de que tu trabajo estaba quedando como debía quedar. Requería unos conocimientos, ni siquiera hablo de haber estudiado aquí o allí, no se trata de eso. Aunque seas autodidacta, hablo de una profesionalidad basada en unos conocimientos. No existía el “luego en Photoshop lo arreglo”. Con el cambio al digital, mucha gente se ha atrevido a lanzarse a ser fotógrafo sin serlo. Salvando los que han llegado por otros caminos y que tienen un talento tremendo, que los hay, ha entrado mucho aficionado que en los fines de semana hace bodas, por ejemplo. Es algo que ha afectado a la fotografía social, a la de moda… El sector lo ha notado, claro, y mientras había bonanza todo el mundo sobrevivía. Pero llega la crisis y si tú no haces el trabajo por ese dinero hay otros que sí lo harán. Yo en ese sentido no tiro los presupuestos, porque sé que hay quien lo hace más barato y más caro que yo.
En 2016 Daylight Studios cumple 25 años, ¿cómo ha sido tu experiencia con nuestros estudios?
Bueno, en primer lugar el estudio está dentro de la ciudad y no hay que irse a las afueras a trabajar. Eso ya te ofrece facilidades por movilidad, pero es que además dispones de una cantidad de equipo enorme. Otra cosa que destacaría es la profesionalidad, si escribes un email o llamas y no está la persona con la que querías hablar, al poco rato recibes una llamada preguntándote por lo que necesitas. Siempre hay un móvil abierto al que llamar en cualquier horario si te surge algo imprevisto; a mí me ha pasado que he tenido que llamar para pedir algo concreto, me lo han mirado y me lo han resuelto sobre la marcha. También te llevan el equipo a tu localización si es necesario, qué más puedes pedir… Funciona todo muy bien y tienes grandes instalaciones para trabajar pero, por encima de todo, cuando llamas a Daylight Studios sabes que no te van a fallar y que si necesitas algo que no tienes en otro sitio aquí lo vas a encontrar.
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